La cognición encarnada (embodied cognition) es una postura téorica que sostiene que el proceso cognitivo del ser humano no es sólo una actividad mental; sino que es más bien una interrelación dinámica entre la mente y el medio ambiente. En este sentido, la autora hace una revisión de seis puntos de vista que respaldan la premisa fundamental de la cognición incorporada; tales puntos de vista se enlistan enseguida.
1.- Cognición situada. Es decir que la estructura cognitiva básica del individuo se construye a través de la interacción en y dentro de un contexto concreto.
2.- La cognición también ocurre bajo presión. El proceso de conocimiento se ve exigido y muchas veces favorecido por las demandas del espacio en el que actúa el sujeto.
3.- Demanda cognitiva.- El individuo, por sus limitaciones cognitivas hace uso de los recursos que el contexto le ofrece, con el fin de reducir la carga de trabajo cognitivo. Es decir, no necesariamente busca comprender la situación, sino que valiéndose de experiencias previas en situaciones similares procura solucionar la experiencia actual.
4.- Sistema cognitivo.- Ni el medio ambiente, ni la mente pueden considerarse en forma aislada en el proceso de conocer; en todo caso, integran un sistema en el que cada elemento influye en el otro. Así entonces, el sistema cognitivo se encuentra integrado por el sujeto cognoscente, el objeto cognoscible y el ambiente en el que se interactúa.
5.- La cognición es para la acción. El conocimiento es una herramienta para la acción sobre el ambiente que lo potencializa; esta acción puede ser concreta o formal (abstracta).
6.- Conexión mente-cuerpo.- Los procesos cognitivos no están desvinculados de la actividad corporal; aunque ésta puede ser simulada a través de las imágenes mentales y de la memoria sensoriomotora.