El formato tiene sus orígenes en Japón y se atribuye a Astrid Klein y Mark Dytham. Originalmente, la Pecha Kucha supone la actuación de un presentador, aunque igualmente la intervención puede estar narrada e incorporada a la misma presentación.
La esencia, pues, del Pecha Kucha, consiste en evitar presentaciones largas, aburridas y cargadísimas de texto.
Evidentemente, una Pecha Kucha, se puede realizar utilizando Power Point u otro software de realización de presentaciones multimedia. Como sea, es conveniente que para que la Pecha Kucha nos quede como tal atender las siguientes recomendaciones:
1. Utilizar ideas-fuerza o ideas clave: Es decir, no hay que recargar las diapositivas y explicar la idea de forma sencilla y preferentemente visual.
2. Cuidar el diseño: Ojo con el tipo, tamaño y color de la fuente; las imágenes que se incluyan son para aportar información, no simple decoración.
3. Considerar el todo, como más que la suma de las partes: Es decir, una Pecha Kucha está compuesta del contenido, las diapositivas y la exposición del orador. Así, pues habrá que ensayar y coordinar los tres elementos de manera armónica para encontrar la mejor manera de conectar con la audiencia y transmitir el mensaje.
Creo que este formato de presentaciones resulta útil para nosotros como docentes en todos los niveles, sobre todo para aquellos eventos de actualización docente en el que los conductores manejan unas presentaciones sobrecargadas. Igual, podríamos ir enseñando a nuestros alumnos a realizar sus Pcha Kucha como una estrategia más para seleccionar y procesar información.
Aquí, comparto un ensayo de una Pecha Kucha (aunque en formato de video) sobre el tema del EduPunk.:
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